El punto más cercano a la escencia

Tal vez ha sido la excusa del gusto por la fotografía... Sin embargo ultimamente estoy viendo y valorando tantas cosas bonitas en mi tierra, me alegra tener la capacidad de detenerme siempre a ver los regalos más pequeños y fugaces de la vida, te ayuda a sentirte vivo y propio del mundo... Y si, desde luego que la fotografía me ayuda a capturar cosas espectaculares.

Ayer con un amigo escuchaba música y videos mientras arreglaba algo del café internet... y tuve un viaje a lo más clásico de mi niñez... bueno, la verdad es que me crié escuchando cierto tipo de música, eran definitivamente otras épocas y a veces siento nostalgia como si hubiese pertenecido a ellas... y a veces extraño y quiero conocer a otras personas que ni conozco y que también deben haber pasado o al menos tocado la música de los 70's que tanto escucharon muchos de nuestros padres.

En realidad no se qué tanto haya tenido relación escuchar estas letras con las cosas en las que pienso o sueño. De todas formas la música ayuda a sacar lo más profundo del alma, y en ese sentido me siento identificado con todo lo que lleve a explorar y reconocer lo más humano de las personas.

Hay que escuchar al corazón cuando habla y más cuando grita para hacerse escuchar...

De la época hay letras increíbles, muy buenas y profundas y me encantó volver a escuchar esta, de Marco Antonio Solís, aquí está la letra:

Necesito una compañera,
que me ame que en verdad me quiera
que no tenga maldad,
que en su alma tenga humanidad
que me sepa querer
sin temor a perder

Yo necesito una compañera
que me ame que en verdad me quiera
que me ayude a vivir
y que nunca, nunca sepa mentir
que conozca el dolor
que valore el amor

Porque ya he sufrido tanto, tanto
que hoy no puedo detener mi llanto
y no puedo callar mi soledad
hay que soledad
la felicidad
dónde está yo la quiero encontrar